Virtud, hija del cielo es la primera de tres odas que compuso Luis de León en honor de su amigo y protector, don Pedro Portocarrero. Su tema es la virtud heroica de Portocarrero, evidente durante su estancia en Galicia, donde pasó diez años (1570–1580) como regente. El artículo analiza la oda (su tema, sus imágenes, su estructura) a la luz de su modelo clásico, el Himno a Hermias de Aristóteles. Estudia también la imagen de Galicia y los gallegos que se desprende de su lectura.
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